El triunfo se debió en gran medida a la estrategia de repartir etiquetas -pegotes- en las cuales imprimieron previamente los nombres de los integrantes de la fórmula ciudadana, las que pegaron en su momento los electores a las boletas sobre el espacio de los candidatos no registrados.
Ante este grandioso acto y triunfo ciudadano, el representante del PRI interpuso un recurso de inconformidad ante el Tribunal Electoral y a su vez la ganadora ingreso su escrito en su calidad de Presidenta Municipal Electa del
Municipio de Santander Jiménez.
El 7 de diciembre de 1998 el Tribunal declaró infundados los agravios del candidato del PRI y determinó declarar válida la elección en la que resultó ganadora la planilla no registrada y se pudo respetar la voluntad ciudadana plasmada en el voto, como principio rector del sistema democrático en nuestro país.
Un gran triunfo de la ciudadanía que logró darte una gran lección a los partidos políticos y a su vez provocar que María del Rosario Elizondo Salinas se convirtiera en la primera Presidenta Municipal que accedió al cargo mediante una candidatura no registrada en el Estado de Tamaulipas.
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